Descripción

Una de las variables que se han estudiado desde la psicología en relación con la satisfacción vital es la autoestima, la cual implica una actitud hacia sí mismo que se relaciona con la creencias respecto a las propias habilidades, relaciones sociales y futuro (Rey, Extremera y Pena, 2011). Estudios informan de que las relaciones significativas entre satisfacción y autoestima en distintas grupos de personas, incluyendo a los adolescentes. Considerando que la alta autoestima constituiría uno de los sesgos positivos que contribuirían a la estabilidad en la satisfacción de la persona a lo largo del tiempo.

La autoestima se considera un aspecto de enorme relevancia en la vida de la persona, ya que se ha demostrado a través de numerosos estudios que contribuye a que la existencia de la persona sea más satisfactoria. La estima propia es una necesidad humana, configurada por factores propios de la persona, es decir una dimensión interna, y factores externos. Es un proceso dinámico y multidimensional que se construye y reconstruye a lo largo del ciclo vital.

Entre los componentes de la autoestima encontramos la autoimagen «me veo bien», la autovaloración «soy importante», la autoconfianza «yo puedo», el autocontrol «estoy en orden», la autoafirmación «así soy yo», la autorrealización «lo he hecho» y las metas de superación personal en cada componente. Todos estos factores sumados se podrían caracterizar or la afirmación «estoy bien».